En los Estados Unidos, hubo un par de comediantes llamados Bud Abbott y Lou Costello. Este dúo hizo 36 películas entre 1940 y 1956, y estuvo entre los artistas más populares y mejor pagados del mundo durante la Segunda Guerra Mundial. Pero, hubo una rutina bastante cómica, que de hecho lanzó a la fama a este par de comediantes. Esa rutina llevaba el nombre, no de una pregunta, sino de una afirmación que dice, “Quién, es el primero”. La idea es que, los comediantes están hablando de formar un equipo de baseball, y mientras lo hacen, comentan que los beisbolistas siempre llevan nombres muy extraños. Por ejemplo, en la liga mexicana encontramos nombres tales como, “El Toro” (Fernando Valenzuela), “El Superman de Chihuahua”, “El criminal”, “el mago” y “El tres patines”.

Pues resulta que cuando los comediantes que he mencionado hablan de formar un equipo, uno de ellos dice que el jugador de primera base se llama “Quién”, el de segunda base se llama “Cuál”, y el de tercera base se llama, “No lo sé”. Y antes de dar los nombres del resto del equipo, uno de los comediantes le interrumpe, diciendo, “Espera, ¿Cómo se llama del de primera base?”, y el otro le responde, Quién. Y el otro dice, “El de primera base, ¿cómo se llama?”. Y le responde, “quién”. Enojado dice, “¡El de primera base! ¿Cómo se llama?” Con tono fuerte su compañero le responde, “¡Quién juega en la primera base!”. Y el otro dice, ¿y para qué me preguntas a mí? No lo sé”. NO, le dice, el otro comediante, “No lo sé, es el de tercera base”. ¿Quién? El de la primera. Cuál, el de la segunda. No, yo quiero saber cómo se llama el de la primera base. Quién… el de la primera. Quién. ¡El de la primera! ¡Quién! Y así sucesivamente, se hace todo un enredo con los nombres de todo el equipo.

Ahora bien, hermano. En el contexto que nos ocupa, no importa demasiado quién está en qué posición en nuestras vidas hasta que resolvamos el asunto de quién está primero. En otras palabras, necesitamos saber quién ocupa el primer lugar en nuestras vidas. ¡Este problema debe resolverse! Porque si alguien, o algo, ocupa el primer lugar en nuestras vidas antes que Dios, entonces nuestras vidas están fuera de control y fuera de equilibrio. Esta es la esencia del primer mandamiento. Dios quiere decirnos quién debe estar en primer lugar si nuestras vidas van a ser todo lo que pueden ser para su honra y su gloria.

Dice el verso 3, “No tendrás dioses ajenos delante de mí”.

EL REQUISITO DE DIOS.

El requisito de Dios es muy simple. Él exige estar en primer lugar en cada área de nuestras vidas. Él sabe que todos los hombres deben tener un Dios de algún tipo, y exige que sea Él mismo, no otro, sino él, y solamente él. Vean lo que dice Dios acerca de sí mismo en Éxodo 34:14, “Porque no te has de inclinar a ningún otro dios, pues Jehová, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es. En hebreo dice, “El Qan·ná’ schemóh”, es decir, “El Dios que exige devoción exclusiva”. Además, sólo Dios es digno de nuestro amor y devoción; y él no permitirá intrusos.

Algunos tal vez pregunten: "Pero, ¿no hay un solo Dios?" Sí, solo hay un Dios verdadero, ¡pero hay muchos dioses falsos!

Si hay alguna cosa, o persona, que pensamos más preciosa, por quien haríamos el mayor sacrificio, y que mueve nuestro corazón con el más cálido amor. ¿Quién es primero para usted? ¿Quién es la persona, o cosa, que si perdemos nos dejaría desolados? Entonces, ¿quién es primero para usted? ¿Qué es aquello que aprovechamos al máximo? ¿Ya lo tiene? Entonces, ¿quién es primero para usted?

El hombre, por naturaleza, es una criatura religiosa. Encontrará a alguien, o algo, a quien rendir culto. A menudo, las cosas y las personas ocupan el primer lugar en nuestras vidas. Note algunas cosas que elevamos al estado de Dios en nuestras vidas.

El placer. Dice Filipenses 3:18-19, “Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; 19el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal”.

El placer es como una droga, porque a menudo se requiere más para obtener el mismo efecto. Y en el mundo abundan las cosas que son fuente de placer, tales como lo sensual, lo sexual, los deportes, el entretenimiento. Hay personas que no pueden adorar y servir al único Dios verdadero, porque no pueden dejar el deporte, o el baile, o una relación ilícita, etc. ¿Qué fue lo que hizo Moisés, ante ese desafío? Dice Hebreos 11:25, “escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado”. Allí está la clave para no ser seducidos y atrapados por el “dios” del placer. Uno debe darse cuenta que, todos sus “deleites” son “temporales”, por lo que, es mejor servir al único Dios verdadero, que al dios del placer.

Las posesiones. Dice Mateo 6:24, “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. El poder de poseer, y el deseo de tener, es lo que domina muchas vidas. Las personas que ponen el dinero y las posesiones antes que a Dios, son idólatras. ¿A quién aman más, si ponen en primer lugar sus negocios, su dinero o sus posesiones? Dice 1 Timoteo 6:10, “raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores”.  Jesús dijo en Mateo 12:15, “Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee”. Pablo también advirtió, diciendo, “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría (Colosenses 3:5). Por eso, Dios dijo, “Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré” (Hebreos 13:5). Ante su dinero, sus negocios o sus posesiones, usted debe responder a la pregunta, ¿quién es primero?

El valor personal. Dice Romanos 1:25, “ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén”. Cuando una persona siente que el mundo gira a su alrededor, y que siempre debe salir victorioso, esa persona es un idólatra. Ella jamás podrá venir a Cristo, dado que no estará dispuesta a aborrecer “su propia vida” (Lucas 14:26). Hay quienes ponen su vida antes que a Dios. ¿Así lo hace usted? ¿Quién es primero?

Los planes y proyectos - ¡Cualquier cosa que ocupe la mente y la vida delante de Dios es un ídolo! Esta lista es prácticamente interminable. El hombre puede hacer un Dios de cualquier cosa. Sin embargo, ¡no debemos permitirnos a nosotros mismos ningún Dios sino el Todopoderoso!

Si realizáramos una encuesta esta mañana, y le pidiéramos a cada persona aquí que nombrara a la persona o cosa que domina o controla su vida, ¿cuál sería la respuesta? ¡Sea lo que sea, esa cosa o persona es su Dios!

Dice Éxodo 20:2, “Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre”. Este verso responde la pregunta…

¿POR QUÉ DIOS DEBE SER PRIMERO?

Dios pudo hacer esta demanda a Israel porque había pagado el precio por ellos. Los había comprado para Sí mismo y eran Suyos. Los eligió, los amó, los liberó y los bendijo. Por lo tanto, debían absoluta reverencia y adoración a él.

¿Cuánto más le debemos nosotros, que hemos sido comprados con su sangre? Dice 1 Corintios 6:20, “Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”. En Hechos 20:28 (RV1909SBT), dice, “Por tanto, mirad por vosotros y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia de Dios, la cual ganó por su propia sangre. Por eso, ¡Le debemos nuestra total devoción! Note el precio que pagó:

1. Bajó del cielo (Juan 1:1, 14; Filipenses 2:5-8).

2. Soportó la pobreza y las dificultades (Mateo 8:20).

3. Fue rechazado por las mismas personas que vino a salvar (Juan 1:11).

4. Fue azotado (Mateo 27:26; Salmo 129:3).

5. Fue golpeado (Lucas 22:63-64).

6. Fue escupido (Mateo 27:30).

7. Se burlaron de él (Mateo 27:26-29).

8. Fue humillado (Mateo 27:35).

9. Fue crucificado (Lucas 23:38).

10. Le arrancaron la barba (Isaías 50:6).

11. Murió (Juan 19:30).

12. Él nos amó (Jeremías 31:3; Juan 3:16).

13. Él nos llamó (Mateo 11:28; Juan 6:44).

14. Él nos recibió (Juan 6:37).

15. Él nos salvó (Efesios 2:8-9).

16. Él nos limpió y nos perdonó todo pecado (Colosenses 2:13-14).

17. Él nos adoptó (Efesios 1:5).

18. Él nos guarda (1 Pedro 1:5).

Él tiene todo el derecho de exigir adoración exclusiva de sus hijos.

¿CUÁL ES LA RESPUESTA DEL HOMRE?

Sólo hay dos formas posibles en las que el hombre puede responder.

El hombre puede continuar poniendo todo en el mundo delante de Dios. O puede cumplir con las demandas de Dios. Hacerlo resultará en una vida bendecida y una eternidad gloriosa.

Al mirar dentro de su corazón en este momento, ¿qué, o quién, usted ve en el trono de su corazón? ¡Cualquier cosa o cualquier otra persona que no sea Jesús es un ídolo!

CONCLUSIÓN.

Entonces, ¿Quién es primero? La única solución para los ídolos es llevarlos a Dios y dejarlos delante de Él. Él sobresale en destruirlos y reemplazarlos con Su maravillosa presencia y gloria. Recuerde, Él no tolerará a nadie más que a sí mismo en el trono de su corazón. Ponga al Señor en primer lugar, busque su reino, primeramente. Como Jesús dijo, “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia” (Mateo 6:33)